La Comunidad de Madrid se ha convertido especialmente en un lugar de referencia para aquellos que desean alejarse de conflictos violentos y, sobre todo, de la ausencia de los derechos más básicos, donde se pueda emprender, vivir en un Estado de Derecho y sentir la libertad más plena.

Todos ellos tienen un sentimiento común y ven a Madrid como un cálido lugar de acogida, donde sus ciudadanos son el mejor ejemplo de solidaridad e integración, lo que constituye, a su vez, la base de la fortaleza de España.

Los Hispanos, por encima de todo, con independencia de la procedencia de cada uno, todos somos madrileños. Y, como dice nuestra Presidenta, Isabel Díaz-Ayuso: todos “vivimos a la madrileña”, ese sentimiento que no puede explicarse con palabras.

En el Partido Popular, aquellos que llegaron y llegarán en el futuro para establecerse a Madrid se consideran como “nuevos madrileños”, es decir, personas que avanzan con ilusión, convicción por la libertad, orgullo por el lugar de donde vienen y esperanza por formar parte de esta gran comunidad.

Los nuevos madrileños aportan mucho a Madrid: a nivel económico, cultural y demográfico; ellos sufren y trabajan, apoyan y necesitan ser apoyados, sienten y se apasionan como los que llevan toda su vida aquí.